viernes, 16 de marzo de 2012

MONJA IMPLICADA EN TRÁFICO DE BEBÉS

 
   Sor María Valbuena, Hermana de la caridad, prestaba sus servicios en maternidad de los Hospitales de Santa Cristina y San Ramón de Madrid, en febrero del 2011 fue denunciada periodísticamente por su implicación en adopciones irregulares de bebés entre los años cuarenta y noventa. Ahora ha sido denunciada por la Fiscalía de Madrid, así lo manifestaron fuentes del Ministerio Público, explicando que era la primera denuncia interpuesta por este motivo, y que ha recaído en el juzgado de instrucción número 47, cuyo titular llamará a declarar a la monja acusada.

   Sor María es solo una pequeña pieza de un entramado que duró más de cuarenta años en hospitales y clínicas de toda España, la mayoría ligados a la Iglesia. Esta práctica empezó durante la guerra civil, continuó en la post guerra y continuó en la transición, hasta los años noventa, primero por motivos políticos, y más adelante como un simple negocio.

   Antonio Barroso es uno de los afectados por estos casos, Antonio descubrió a los 38 años de edad que fue robado y dado en adopción en un hospital de Zaragoza, tras recibir la llamada de un amigo de la infancia al cual su padre adoptivo le confesó antes de morir que él y Antonio fueron comprados por 200.000 pesetas.

Maria Luisa Torres
   Otro testimonio ligado directamente con Sor Maria Vilabuena es el de María Luisa Torres, la cual se separó de su marido con una hija de dos años, y se juntó con otro hombre del que quedó embarazada, pero este la abandonó y quedó sola con una pequeña y otra creciendo en su vientre. Inés, la niña que por aquel entonces tenía dos años cuenta: “Mi madre estaba pasando un momento difícil y se enteró que Sor María atendía a madres solteras en su situación. Decía que las ayudaba después del parto, así que mi madre fue a verla. La monja le dijo que no se preocupara de nada, que saldría adelante, que tenían una especie de guardería… Le dio una tarjeta para que la entregase en Santa Cristina el día del parto, y no volvieron a verse hasta ese día. Cuando llegó el parto, mi madre fue al hospital con la tarjeta, y la metieron en una sala con otras diez chicas y les hicieron firmar unos papeles. Una vez terminó el parto,  al querer ver a su hija, la monja le dijo que ya no era suya, que había firmado una renuncia y que se la iban a dar a otra familia con la que estaría mejor, y añadió que si protestaba, la denunciaría por adulterio y le quitarían a la otra hija.

   Sor María Vilabuena, trabajó siempre al lado del Doctor Vela, otro de los presuntos implicados el nombre del cual ha salido repetidas veces desde que se destapó este asunto. Había otras tantas personas como curas, funcionarios del registro, responsables de hospitales, forenses etc., implicados en esta trama, ya que hacía falta una red bastante amplia de personas para maquillar las presuntas defunciones de bebés y falsear los documentos. No olvidemos que se trata de un caso a nivel nacional, por lo que podrían ser cientos o miles los implicados solamente en los últimos años.


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